Acorrálame, dame atención.
Enséñame, no tengas precaucion.
Enamorándome
Te enamorás como un idiota aunque sabés que va a terminar mal. Que todas las historias de amor, incluso las más rosas, terminan mal. Pero a mí, la reina de las estú pidas me había pegado feo, porque me había enamorado de una persona con el corazón en silla de ruedas. Un corazón inhabilitado, un corazón que le corresponde a una persona de ciento dos años, un corazón podrido, enterrado.
Como el despertar de una mañana frente el mar jugaste desde chiquitita a ser libre. Tu sonrisa desnudaba cierta travesura & tus ojos eran cómplices de tu aventura. Quisiste volar & desplegaste tus alas, no había duendes ni brujos, príncipes, nada. Estabas ahí tan chiquitita, corriendo en la arena, buscando tu sueño de hada ~
¿Cuántas veces sentiste que se te venía el mundo abajo porque la persona que creías amar se marchaba de tu vida? ¿Qué hiciste? Lloraste, pataleaste, sufriste, te amargaste. Pero el tiempo pasó, y poco a poco la herida sanó. Conociste a otra persona que te devolvió la alegría, la esperanza, la ilusión y ese sentimiento que tanto querías enterrar, renació. Volviste a sentirte con vida, volviste a creer en el amor. Pero ya no era la misma persona, era otra. Y pudiste decir de nuevo te quiero mi amor.
Nos vemos cara a cara pero
no nos vemos los ojos. Como el fuego y la lluvia, puedes volverme loca, pero
no puedo enojarme contigo por nada. Somos venus y marte, somos como estrellas
diferentes, eres la armonia de cada canción que canto y no cambiaria una sola
cosa. Cuando dices si yo digo no, cuando yo espero tu solo te vas; somos
perfectamente imperfectos pero no cambiaría una sola cosa.
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